Todas las "reglas" en las trincheras son profecías autocumplidas Una persona lo inventa, y todos siguen su ejemplo, creyéndolo y difundiéndolo, haciéndolo real La primera profecía autocumplida de la que debemos deshacernos es la idea de los corredores diarios ¿Qué pasaría si creyéramos en corredores semanales o mensuales? Imagina lo alto que llegarían nuestras monedas